5 Razones por las que la Participación de la Sociedad Civil en las Negociaciones de la Convención Fiscal de la ONU es Esencial

Por: Nathalie Beghin y Dereje Alemayehu*

La participación de las organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales y sindicatos en las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional (Convención Fiscal de la ONU) es esencial para fortalecer tanto el proceso como sus resultados. La sociedad civil trabaja de múltiples maneras para mejorar la toma de decisiones y aumentar la rendición de cuentas. En la sesión organizativa de la Convención Fiscal de la ONU y en las negociaciones previas de los términos de referencia, la sociedad civil compartió su experiencia mediante presentaciones conjuntas, intervenciones en el pleno y crónicas diarias para los negociadores. Sin embargo, enfrentó obstáculos, como la prohibición de aplaudir y la autorización únicamente para campañas mínimas, en comparación con otros procesos de la ONU.

La participación de la sociedad civil en las negociaciones de la Convención Fiscal de la ONU no solo es importante, sino que está mandatada por la Asamblea General de la ONU. En los Términos de Referencia, adoptados por amplia mayoría, el mandato de las negociaciones de la Convención Fiscal de la ONU es claro: “Se alienta a las organizaciones internacionales, la sociedad civil y otros actores relevantes a contribuir al trabajo del comité intergubernamental de negociación de acuerdo con las prácticas establecidas”. Por lo tanto, la sociedad civil es parte de las negociaciones.

Estas son cinco razones clave para su participación:

1. Representación

Las organizaciones de la sociedad civil, los movimientos sociales y los sindicatos representan a quienes están en la primera línea de la lucha por la justicia fiscal. Los gobiernos, despojados de recursos públicos debido a abusos fiscales y a una distribución injusta de los derechos de imposición, no pueden financiar adecuadamente los servicios públicos y el desarrollo, garantizar los derechos humanos y la igualdad de género, ni apoyar el financiamiento climático, afectando directamente la vida cotidiana de las personas en todo el mundo. La sociedad civil representa a quienes comprenden de primera mano esta falla en la cooperación fiscal internacional.

2. Legitimidad

La legitimidad de la toma de decisiones sobre asuntos globales en la ONU está vinculada al papel de la sociedad civil. Su participación permite incorporar perspectivas diversas al proceso, aumentar la rendición de cuentas y elevar la conciencia pública fuera de las salas de negociación. Un espacio cívico sólido aumenta la legitimidad de este proceso y conduce a mejores resultados.

3. Conocimiento Experto

Como un amplio movimiento por la justicia fiscal global, que incluye expertos con décadas de experiencia, la sociedad civil aporta conocimientos valiosos y diversos sobre los sistemas tributarios. Al incorporar nuestras propuestas, los gobiernos están mejor preparados para responder a las realidades sobre el terreno, y el proceso de la Convención Fiscal de la ONU se fortalece. Como sociedad civil, hemos presentado de manera consistente propuestas conjuntas con más de 100 firmas institucionales.

4. Inclusión

La sociedad civil, consciente de las fallas de las normas fiscales actuales y de lo que está en juego, ha impulsado negociaciones fiscales inclusivas y democráticas en la ONU. Ahora, gracias al trabajo del Grupo Africano y del G77, estas negociaciones representan la primera vez en que los Estados Miembros pueden estar en igualdad de condiciones y la sociedad civil puede participar en las discusiones fiscales internacionales, en marcado contraste con las discusiones exclusivas de la OCDE. Para una Convención Fiscal de la ONU verdaderamente inclusiva, es necesario que los gobiernos escuchen de buena fe las propuestas de la sociedad civil, que ha impulsado consistentemente este proceso histórico.

5. Transparencia

Para un proceso democrático y transparente, es fundamental conocer de qué están hablando los gobiernos para poder exigirles rendición de cuentas. El desarrollo de una Convención Fiscal de la ONU con participación de la sociedad civil permite una mayor difusión, traducción y discusión de las decisiones tomadas por los delegados en la ONU.

La Carta de las Naciones Unidas comienza con “Nosotros los pueblos”; fue creada por y para los pueblos del mundo. Como sociedad civil, llevamos las voces de diversos pueblos a las negociaciones. Ahora, mientras avanzan las negociaciones para una Convención Marco y dos protocolos iniciales, nosotros, como sociedad civil, continuaremos aquí para aportar experiencia, apoyo y críticas, asegurando que las normas fiscales globales se desarrollen para que funcionen para todos.

La Dra. Nathalie Beghin es Co-Directora de INESC y miembro de la Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe (RJFALC). El Dr. Dereje Alemayehu es Coordinador Ejecutivo de la Alianza Global por la Justicia Fiscal (GATJ).