En medio de tantos reveses en la igualdad de género en Brasil, un estudio del Instituto Justiça Fiscal destaca cómo el sistema fiscal actual del país contribuye para que la desigualdad sea sistémica. Al analizar datos de 2017-18, cuando la Secretaría de Ingresos Federales de Brasil tuvo 29.1 millones de declarantes (13,9% de la población), el instituto concluyó que las mujeres pagan más impuesto a las ganancias que los hombres.
Aunque los hombres sean la mayoría entre los contribuyentes individuales que declaran ingresos gravables (56,8%) y totales (53,8%), así como los que tienen más bienes y derechos (63%), las mujeres pagan una tasa impositiva más alta en casi todos los rangos de remuneración, excepto en dos, como se puede ver en el cuadro abajo. Esto indica que los hombres tienen más ganancias exentas de impuestos. En Brasil, las exenciones impositivas se aplican a algunos tipos de ingresos, como utilidades y dividendos, becas y algunas inversiones financieras, que representaron el 30,8% de las declaraciones en ese mismo año
Desde el rango de 30 salarios mínimos mensuales, la participación de las mujeres solo disminuye y representa solo el 14% en el último rango («320 salarios mínimos mensuales o más»), lo que también respalda la hipótesis de que los hombres tienen más ingresos exentos de impuestos. «En este rango, la mayoría de los contribuyentes declaran utilidades y dividendos y, por lo tanto, pagan menos impuestos», explican los economistas Róber Iturriet Avila y Cristina Pereira Vieceli, responsables del estudio.
Los hogares encabezados por mujeres están aumentando, pero tienen menos recursos
El informe del instituto también muestra que hubo un aumento en la cantidad de hogares encabezados por mujeres en Brasil. «Estos cambios demográficos en el mercado laboral y las estructuras familiares refuerzan el papel de las mujeres como responsables de sus familias», dijeron los investigadores. Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, en 1995, sólo el 22,9% de las familias eran encabezadas por mujeres. En 2018, el porcentaje aumentó a 44,3%.
De pronto, parece positivo que cada vez más mujeres lideren las decisiones dentro de sus hogares. Sin embargo, es importante analizar las condiciones bajo las cuales esto sucede. A pesar del aumento en los hogares encabezados por mujeres, ellas se encuentran principalmente entre familias de bajos ingresos. En 2018, el 56.8% de los hogares encabezados por mujeres tenían un ingreso promedio de hasta un salario mínimo. La representación de los hogares encabezados por hombres es mayor entre los rangos de ingresos más altos.
De acuerdo con la investigación, jefes y jefas de hogar tienen diferentes perfiles de consumo. Mientras las mujeres gastan la mayor parte de sus ingresos en productos de consumo básico (como alimentos y ropas), los hombres gastan más en bienes relacionados con el transporte, bebidas, tabaco e inversiones. «Esto es resultado tanto de la desigualdad salarial como de las construcciones de género», dicen los investigadores. «El 90,3% del total de los hogares sin cónyuge y con hijos de hasta 14 años son mujeres.»
Por un sistema fiscal feminista
A nivel nacional, además de adoptar un sistema tributario progresivo, en el que uno paga impuestos de acuerdo con su capacidad, el Instituto Justiça Fiscal enfatiza la importancia de imponer utilidades y dividendos, que actualmente están exentos de impuestos solamente en Brasil y Estonia.
Los expertos también recomiendan mantener la exención de impuestos sobre los productos de la canasta básica. En Brasil, el gobierno actualmente está discutiendo el proyecto de reforma tributaria y está considerando poner fin a parte de estas exenciones.
Otro tema que se está discutiendo en el Senado brasileño y que sería esencial para reducir la desigualdad social es la tributación de grandes fortunas. A pesar de estar en la Constitución del país de 1988, esto nunca se ha puesto en práctica. Según la World Income Database, el 10% de los brasileños más ricos concentran el 55% de los ingresos nacionales. El sistema actual grava el consumo, pero no la herencia o los ingresos más altos.
En todo el mundo, los sistemas tributarios están agravando las desigualdades sociales, y las mujeres son las más afectadas, por lo que también necesitamos una transformación en el sistema tributario global.
En la campaña global Por un sistema fiscal feminista, la Alianza Global por la Justicia Fiscal junto a nuestros miembros regionales y aliados exigen que los gobiernos reduzcan las cargas fiscales injustas sobre las mujeres y adopten impuestos progresivos y justos; eliminen los prejuicios y la discriminación de género en las políticas y leyes fiscales; e aumenten la asignación de ingresos fiscales para servicios sociales sensibles al género.
Lea la investigación completa del Instituto Justiça Fiscal, disponible en portugués (primera y segunda parte) e inglés (primera y segunda parte).