Es hora de traer una perspectiva de género a las políticas y prácticas fiscales y implementar medidas de justicia fiscal que garanticen la igualdad de género. ¡Hagamos oír a nuestras voces de la sociedad civil por esta demanda!
Todos los años en este momento, nuestros miembros en los cinco continentes llevan a cabo diferentes actividades para explicar cómo la justicia fiscal puede financiar la igualdad de género, mientras que los delegados oficiales discuten los derechos de las mujeres en la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer (UNCSW).
Este año, los estados miembros de la ONU debían revisar los compromisos ambiciosos que asumieron por los derechos de las mujeres en Beijing hace 25 años. Se planeó abordar el problema crítico de que ningún país ha alcanzado la igualdad de género. Es comprensible que, debido a las preocupaciones de salud pública ocasionadas por el coronavirus, se haya postergado la tan esperada conferencia. Al fin, se acortó el evento en Nueva York a una reunión de un día el 9 de marzo.
Esto sucedió justo cuando los activistas se preparaban para ir a Nueva York a desafiar la Comisión de la ONU a no limitarse a la retórica y las lamentaciones al tratar el retraso de cada estado miembro con su compromiso hacia la igualdad de género y para abordar el financiamiento de los derechos de las mujeres.
El aplazamiento debido al coronavirus no debería conducir a una reducción del espacio de la sociedad civil. No está claro cómo y cuándo la sociedad civil tendrá otra oportunidad de discutir este tema que es crucial pero rechazado. A menos que la evasión fiscal se reduzca globalmente y los gobiernos implementen políticas tributarias justas, las desigualdades de género, sociales y económicas se perpetuarán. Sin justicia fiscal, los Estados no podrán financiar los derechos de las mujeres.
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Los países en desarrollo pierden miles de millones de dólares en ingresos públicos cada año a causa de flujos financieros ilícitos, fuga de capitales y evasión fiscal por parte de empresas multinacionales. Esto priva a los gobiernos de los recursos necesarios para financiar servicios públicos, protección social e infraestructura para enfrentar las desigualdades.
Las mujeres marginadas y las que viven en la pobreza son las más afectadas por las injusticias fiscales. Las políticas tributarias regresivas y discriminatorias continúan teniendo impactos negativos en las personas pobres, especialmente las mujeres. Además, el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado realizado por mujeres sigue sin reconocimiento, aunque sea valorado en US$ 10,8 mil millones anuales por la Organización Internacional del Trabajo.
Debido a la evasión de impuestos, los gobiernos están perdiendo muchos recursos que podrían financiar los derechos de las mujeres. Hace varios años, los defensores de los derechos humanos de las mujeres y los activistas de justicia fiscal empezaron a trabajar juntos por reformas de políticas y prácticas fiscales para promover la igualdad de género, dentro del grupo de trabajo de la Alianza Global por la Justicia Fiscal sobre Tributación y Género, que conecta a miembros de la sociedad civil de más de 30 países.
En nuestras regiones y países, nuestros miembros quieren mostrar a sus líderes que los ciudadanos no aceptarán la creciente desigualdad. En marzo, a través de la campaña «Por un sistema fiscal feminista» de la Alianza Global por la Justicia Fiscal, nuestro objetivo es reunir las organizaciones de justicia fiscal y de derechos de las mujeres para tomar medidas para que la justicia fiscal financie los derechos de las mujeres.
Cada uno de los miembros de nuestras redes regionales (Tax Justice Network Africa, Tax & Fiscal Justice Asia, Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe, FACT Coalition, Canadians for Tax Fairness y Tax Justice Europe) reiteran enfáticamente que los negocios actuales están agravando la desigualdad. Necesitamos cambiar el sistema tributario global ahora. Es por eso que instamos a nuestros gobiernos a:
- Acabar con los flujos financieros ilícitos, la evasión fiscal, la evasión fiscal y otras prácticas fiscales nocivas que se perpetran y se benefician solamente las corporaciones multinacionales y los ricos.
- Recaudar ingresos tributarios de manera progresiva y justa, como forma sostenible de financiar los compromisos para acabar con la pobreza y reducir la desigualdad.
La justicia fiscal debe ser una realidad para las mujeres y las niñas en todas partes.
Únase a nosotros en nuestra campaña Por un sistema fiscal feminista en 2020, para discutir y abordar los problemas fiscales que afectan a las mujeres.
Aunque la conferencia de la ONU haya sido postergada, seguimos con las discusiones: realizamos el 13 de marzo el webinar «Reviving Beijing’s Neglected Macroeconomic Agenda: Tax Justice for Women’s Rights».
Especialistas de Christian Aid, Tax Justice Network Africa, Forum for Women in Democracy, Shiratak Partnership for Development e Internacional de Servicios Públicos analizaron el progreso y los reveses en las políticas tributarias feministas y propusieron acciones concretas para avanzar en regímenes fiscales progresivos y modelos de financiamiento que respalden la implementación de los derechos humanos de las mujeres de acuerdo con la Plataforma de Beijing.
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Autores:
Dereje Alemayehu es el Coordenador Ejecutivo de la Global Alliance for Tax Justice.