Por un sistema fiscal feminista en Chile – Con Carolina Espinoza

(Imagen: Elias Arias/ Unsplash)

Como parte de nuestras Jornadas Mundiales de Acción de Justicia Fiscal por los Derechos de las Mujeres, la Alianza Global por la Justicia Fiscal invitó a miembros y aliados para contarnos sobre los impactos de los sistemas fiscales en las mujeres de sus regiones y cómo podemos hacer que los impuestos funcionen para las mujeres. Desde Chile, Carolina Espinoza, Vice-Presidenta del Comité Regional de Mujeres de la Internacional de Servicios Públicos – ISP Interamérica, nos cuenta sobre la relación entre fiscalidad y género en su país.

Los impuestos que trabajan en contra de las mujeres, niñas y ancianas en Chile y propuestas para una estructura tributaria más justa

  1. Actualmente, ¿cómo funcionan (o no funcionan) los impuestos para las mujeres en Chile?

De manera breve: los impuestos no funcionan para las mujeres en mi contexto nacional, en Chile, ni en otros países de la región, ni en las normas fiscales internacionales, con los grandes montos de evasión fiscal sin cualquier punición. Claro que hay particularidades nacionales, pero en general los impuestos nunca fueron pensados por y para las mujeres, niñas o ancianas.

Chile tiene una estructura fiscal absolutamente regresiva. Según estudio de la ISP, 56% de la composición de la carga tributaria chilena es sobre el consumo, mientras 31% sobre la renta y solo 5% sobre patrimonio. Además de la regresividad, la carga tributaria total en Chile es baja en comparación al promedio de la OCDE (20,2% vs 35,3%), lo que impide cualquier tipo de discusión ambiciosa de políticas públicas orientadas para género.

Además de la baja y desigual recaudación por parte del estado chileno, lo que impacta los más pobres y vulnerables, el modelo de inversiones pública es precario para las mujeres. Se trata de un sistema en el cual los servicios públicos esenciales como de educación y salud son provistos mayormente por oferentes privados en reemplazo del Estado. En el caso de la falta de políticas públicas de salud y educación – como guardería, atención medica para niños y jóvenes – y de la seguridad social digna, como el caso del sistema privado de pensiones (Administrado de Fondos de Pensiones – AFPs), el fardo del trabajo del cuidado no remunerado cae en casi su totalidad sobre las mujeres, imposibilitando estructuralmente cualquier posibilidad de disminución de las brechas de género.

En el caso chileno ese escenario es empeorado por las decenas de TLCs (tratados de libre comercio) firmados por el país. Actualmente Chile es el país de la región con más TLCs firmados. Estos tratados dan privilegios a los grandes grupos corporativos, restringiendo las posibilidades de cambios políticos en materia de recaudación fiscal, inversión y diseño de políticas públicas. Eso da una dimensión de cómo las políticas internacionales impactan directamente la vida de las y los ciudadanos chilenos, subrayando la importancia de un debate regional/global sobre cómo rescatar la función social del Estado para enfocarla en la disminución de las brechas de género.

  1. ¿Cómo podrían su país y los espacios internacionales incorporar las propuestas del movimiento de la justicia fiscal ‘Por un sistema fiscal feminista’ como parte de las medidas de recuperación para superar las crisis provocadas por la pandemia?

Como se sabe, en los últimos meses ocurrió una revuelta popular sin precedentes en Chile, relacionada con la estructura regresiva, desigual y altamente privatizadora del Estado Chileno. La revuelta con fuerte presión popular territorial y sindical, permitió el actual proceso Constituyente, donde demandamos un nuevo modelo de Estado para Chile. La expectativa es que con el proceso constituyente y a partir de él, se puedan incorporar agendas específicas para la reversión de la actual estructura fiscal y la construcción de políticas públicas orientadas para género, incluso con políticas fiscales que reconozcan y redistribuyan el trabajo del cuidado no remunerado. Entre otras reivindicaciones del sindicalismo feminista, vamos por el reconocimiento del derecho humano al cuidado y por un sistema universal e integral de cuidados

Aún antes de las protestas que empezaron en octubre de 2019, el movimiento sindical chileno se unificó en contra de la propuesta de reforma tributaria regresiva del gobierno Piñera, con la campaña “Que no te pasen gato x liebre”, donde se planteó una mayor progresividad del sistema tributario chileno, disminución de los privilegios/exenciones fiscales a grandes empresas y el combate a la evasión. Más recientemente, en el marco de la pandemia, la ISP en Chile lanzó la campaña “Impuesto x la dignidad”, promoviendo un proyecto de ley de “impuesto a los super ricos”, defendiendo la tributación de grandes fortunas como solución para recuperar la economía, la dignidad humana y salvar vidas durante la pandemia de Covid-19.

Al mismo tiempo, la ISP, como organización internacional, viene trabajando los temas de justicia fiscal y lucha contra la evasión fiscal en los últimos años, destacando propuestas a nivel nacional de reformas tributarias progresivas y a nivel global, propuestas para una coordinación global en el tema tributario en las Naciones Unidas, contra la competencia entre los países y en favor de una tributación de las empresas transnacionales como entidades únicas, en consonancia con las propuestas del ICRICT – Independent Commission for the Reform of International Corporate Taxation. De la misma manera, se viene cada vez más en la ISP, global y regional, desarrollando un trabajo de género y tributación, con el enfoque de los servicios públicos como factor clave para la disminución de las brechas de género, con el concepto de servicios públicos orientados para el género. El tema del trabajo del cuidado aparece también como un tema central y que será priorizado con investigaciones y discusiones con los/las líderes sindicales en la región en los próximos años, relacionándolo con las discusiones y campañas de justicia fiscal.

  1. ¿Qué debería cambiar en su sistema fiscal y en las normas fiscales internacionales para abordar la desigualdad de género en todas sus diversas interseccionalidades y dimensiones?

Desde la ISP en Chile estamos haciendo conciencia en que, sin lugar a duda, el actual sistema tributario ha contribuido a perpetuar el abuso y la desigualdad económica, por lo que es un ámbito clave y estratégico en el debate del actual proceso constituyente. Más aún si queremos efectivamente un Estado Democrático, Social y de Derechos en que en la práctica se pueda dar cumplimiento a los derechos sociales consagrados en la nueva constitución, debe corregirse la manera de recaudar impuestos Chile.

Entre otras medidas, es indispensable: 1. la reforma del impuesto al consumo, diferenciando la tasa según productos de primera necesidad, 2. la reforma al impuesto a la renta, simplificando el sistema para evitar exenciones redundantes, 3. la instauración de un impuesto a los superricos, 4. una reforma administrativa que apunte a reducir la evasión del impuesto a la renta mediante el levantamiento de las restricciones vigentes.

Esto último también requiere una mirada y articulación planetaria. Paraísos fiscales, consorcios transnacionales, en un mundo globalizado como el que hoy vivimos exige con urgencia acuerdos, transparencia y regulaciones internacionales.

En Chile estamos empeñadas en que la nueva Constitución inscriba principios de justicia fiscal como, la no regresividad de los impuestos y la obligación de transparencia y de rendición de cuenta. Es necesario elevar la recaudación, así como generar un régimen decididamente progresivo. Para lo primero, y adicionando externalidades positivas, se deberá implementar una serie de impuestos verdes, en la línea de reducción de los gases contaminantes, un sistema territorial eficiente para recaudar los impuestos existentes en materia de propiedad y patrimonio, y la eliminación de exenciones injustificadas.