La Alianza Global por la Justicia Fiscal es socia de Oxfam y varios otros grupos en la campaña para luchar contre las desigualdades #FightInequality.
Cuando el Foro Económico Mundial reúne de nuevo, hoy en Davos, a líderes políticos y empresariales, Oxfam publica hoy un nuevo informe en el que denuncia que tan sólo ocho personas (ocho hombres en realidad) poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial, 3.600 millones de personas».
«El informe, Una economía para el 99%, muestra que la brecha entre ricos y pobres es mucho mayor de lo que se temía. Oxfam describe» cómo grandes empresas y los más ricos logran eludir y evadir el pago de impuestos, potencian la devaluación salarial y utilizan su poder para influir en políticas públicas, alimentando así la grave crisis de desigualdad. El informe también demanda un cambio fundamental en el modelo económico de manera que beneficie a todas las personas y no sólo a una élite selecta».
«Siete de cada diez personas, dice Oxfam, vive en un país en el que la desigualdad ha aumentado en los últimos 30 años. Entre 1988 y 2011, los ingresos del 10% más pobre de la población mundial aumentaron en sólo 65 dólares al año, mientras que los del 1% más rico crecieron 182 veces más, a un ritmo de 11.800 dólares al año.
Las mujeres, sobrerrepresentadas en los sectores con peores salarios, sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado. Al ritmo actual, llevará 170 años alcanzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
Una economía para el 99% también revela cómo la actuación de grandes empresas y de los más ricos está agravando la actual crisis de desigualdad. El informe evidencia cómo las grandes corporaciones consiguen eludir o evadir el pago de impuestos, devalúan los salarios de sus trabajadores y los precios que se pagan a los productores, e invierten cada vez menos en sus empresas con el único fin de maximizar los beneficios que van a parar a sus adinerados accionistas.
Para este informe, Oxfam entrevistó a trabajadoras del sector textil en Vietnam que trabajan 12 horas al día, seis días a la semana. Mientras estas trabajadoras apenas perciben un dólar a la hora por producir prendas de ropa para algunas de las principales marcas de moda, los presidentes de estas corporaciones figuran entre las personas con mayores ingresos del mundo. La evasión y elusión fiscal por parte de las grandes multinacionales priva a los países pobres de al menos 100.000 millones de dólares cada año en ingresos fiscales, dinero suficiente para financiar servicios educativos para los 124 millones de niños y niñas sin escolarizar o atención sanitaria que podría evitar la muerte de al menos seis millones de niños y niñas cada año.
El informe muestra cómo los más ricos utilizan una intrincada red de paraísos fiscales para eludir el pago de los impuestos que les corresponden y un ejército de asesores financieros para garantizar altos rendimientos en sus inversiones, algo inaccesible para el ciudadano medio. Al contrario de la creencia popular, muchas de las personas más ricas no han generado su riqueza por sí mismas; el análisis de Oxfam apunta a que más de la mitad de los milmillonarios del mundo ha heredado su fortuna o la ha acumulado gracias a su participación en industrias en las que la corrupción y el nepotismo son prevalentes.
El informe también demuestra cómo las grandes empresas y los más ricos utilizan su dinero e influencia para que leyes y políticas se vuelvan a su favor. Por ejemplo, en Brasil los milmillonarios han tratado de influir en las elecciones y han ejercido presión con éxito para lograr una drástica reducción de su contribución fiscal, mientras en Kenia las empresas petrolíferas han conseguido generosos privilegios fiscales».