Declaración de lanzamiento de las Jornadas Mundiales de Acción

Los Estados miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas deberían defender la justicia fiscal para superar la crisis

Varios meses después del brote global de la pandemia de COVID-19, millones de personas en todo el mundo, especialmente en el Sur Global, siguen sufriendo con las crisis económica, sanitaria, social y ambiental, que atacan todos los aspectos de la vida humana. Para los más pobres y vulnerables, los más afectados por la pandemia, cada día es una lucha por la supervivencia. Su futuro se llena de inseguridad mientras las medidas políticas adoptadas hasta ahora siguen sin responder a los derechos de las personas y las dimensiones de género de las crisis.

Hoy, los estados miembros de las Naciones Unidas empiezan la 75ª Asamblea General bajo el tema “el futuro que queremos, las Naciones Unidas que necesitamos: reafirmando nuestro compromiso colectivo con el multilateralismo, enfrentando a la COVID-19 a través de una acción multilateral efectiva”. El multilateralismo ya estaba en crisis cuando estalló la pandemia. Las crisis que vivimos a escala mundial no se pueden solucionar sin cooperación y un multilateralismo inclusivo. Es hora de respetar e implementar el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” al abordar todos los aspectos de las crisis de salud, económica y climática que enfrentamos.

Pedimos a los gobiernos que no recurran a las mismas medidas políticas que no nos han permitido detener de manera efectiva la emergencia sanitaria y las múltiples crisis que le siguieron. Las medidas de austeridad, vigentes en la mayoría de los países antes del estallido de la pandemia, dejaron a nuestros servicios públicos básicos sin recursos financieros suficientes. Continuar con estas medidas dañará de manera desproporcionada a los más afectados. Este es el momento en que se debería aumentar el gasto social.

También pedimos a los gobiernos que detengan las medidas políticas que profundizan la deuda y priorizan las grandes empresas. En cambio, los gobiernos deberían defender la justicia fiscal para poder financiar el gasto social ampliado necesario para superar las crisis inducidas por la pandemia. A través de medidas fiscales progresivas, los gobiernos podrían movilizar recursos financieros a nivel nacional, haciendo que las corporaciones multinacionales y las élites paguen su parte justa de los impuestos y reduciendo la carga fiscal injusta sobre los pobres. Además, los gobiernos tienen la posibilidad de aumentar su recaudación de impuestos combatiendo la evasión fiscal y la fuga de recursos, además de imponer las ganancias “excesivas” de quienes obtienen beneficios durante la crisis.

Al mismo tiempo, es importante que los gobiernos actúen de manera colectiva a nivel internacional para detener la transferencia de ganancias, los flujos financieros ilícitos y la competencia resultante de la baja en los impuestos corporativos, porque estos son desafíos que no se pueden resolver individualmente. A menos que este desafío global se enfrente colectivamente, los esfuerzos de los Estados-nación para mejorar la movilización de ingresos domésticos siempre serán insuficientes.

En un momento en el que el mundo entero atraviesa estas crisis de gran magnitud, no podemos dejar de lado nuestras ambiciones. Ha llegado el momento de aspirar a objetivos más ambiciosos y de repensar las causas estructurales de los problemas. En este contexto, reiteramos el llamado del Civil Society FfD Group para buscar soluciones sistémicas para reparar la arquitectura económica y financiera global.

Impulsemos el establecimiento de una comisión fiscal intergubernamental universal en la ONU y la formulación de una Convención Fiscal para combatir los paraísos fiscales, el abuso fiscal por parte de corporaciones multinacionales y otros flujos financieros ilícitos. Es necesario democratizar el sistema de gobernanza fiscal global, donde los países participen igualmente en la formulación de las normas fiscales mundiales.

No será posible superar la crisis y construir el futuro justo y sostenible que queremos sin justicia fiscal. Ahora, más que nunca, es el momento de priorizar el futuro y el bienestar de las personas, especialmente de los más vulnerables y marginados, sobre las ganancias y la codicia empresarial.

¡Del 14 al 17 de septiembre, únase a nosotros durante las Jornadas Mundiales de Acción por justicia fiscal para combatir la crisis!